¡Yo, ciudadana!

Por Tamara Morales Orozco

Ser ciudadana nica-española, políticamente hablando, ha significado ​para mí ​muchos cambios, ​tanto ​en mi vida personal ​como en mi vida profesional. ​De forma ​consciente he ​decidido quedarme y ​asumir nuevas costumbres. ​Me he adaptado a un nuevo clima,​ a​ otras formas de ver y vivir la vida. Acá estoy, una ciudadana nica-española.​

​Muchas personas dejan sus casas, sus formas de vida, para buscar soluciones a problemas, desde los más pequeños a los más grandes. ​Millones “se van” ​de sus países, ​​como se le dice en Nicaragua a la emigración, por problemas económicos, ​políticos, de inseguridad, corrupción, falta de libertad, factores que desmejoran sus niveles de vida.

​ La migración ​​latina antes ​era hacia Estados Unidos por ​su cercanía geográfica y por la venta del «sueño americano». ​Pero con la llegada masiva de ​personas ​originarias de los diversos países de América Latina “la pasada” se ​ha tornado difícil y peligrosa. ​De ahí que la «nueva​ opción» ​es Europa. Un ejemplo lo refleja el mexicano Pedro Ultreras, en el documental LA BESTIA/THE BEAST, donde relata la travesía de emigrantes centroamericanos en su intento de ​llegar a Estados Unidos. Ver link: https://youtu.be/1siX-O0LfU8

Otro fenómeno, no menos importante, ​aunque en cifras menores, es el de estudiantes que siendo becados en países europeos, deciden quedarse al encontrar fuentes de trabajo. ​Digo esto porque mi objetivo de venirme a este lado del charco fue para estudiar una especialidad en periodismo. Lo hice pero aún me falta. He realizado pinitos como becaria (estudiante) pero de ahí a ejercer como en Nicaragua, las cosas cambian. ​Ser de fuera influye pero el país atraviesa desde hace ya varios años una crisis que ha afectado muy duro al gremio. Hay un alto porcentaje de periodistas que están en la listas del paro esperando a conseguir un puesto de trabajo. La Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre del año 2015, registró 36.300 periodistas anotados en el Instituto Nacional de Empleo, INEM.​

En ocho años he trabajado en ámbitos distintos a mi oficio, pero en un país ajeno y sola, una se tiene que buscar la vida y esta experiencia me ha hecho ser mucho más fuerte. ​En este tiempo, me he sabido sobreponer a los ​altibajos. Conocí a la persona que hoy es mi pareja quien me ha acogido en el seno de su familia. ​Eso sí, nunca he dejado a un lado a las personas que quiero y aprecio: mi familia en primer lugar, mis amigas, amigos, compañeras ​y compañeros de colegio y ​de ​universidad y ex-compañeros de trabajo.

​¡​Claro que es difícil vivir fuera! Se extrañan muchísimas cosas, ​como ​la comida. A veces te invade el mal de patria, llorás ​y ​te tranquil​izás para sacudirte la añoranza y seguir adelante. Volveré a mi tierra como dice el cantautor nicaragüense Luis Enrique Mejía Godoy, no la cambio por nada en el mundo. De momento sigo aquí cerquita del mar Atlántico con el ruido de las olas que me acompañan noche y día.